jueves, 31 de mayo de 2007

Curso de Fotografía. Cómo elegir la cámara de fotos I

Muchas veces he tenido que oir que alguien me decía "me gusta muchísimo esa foto, me encantaría hacer cosas así pero, claro, yo no tengo tu cámara". Y siempre respondo lo mismo:

Toda cámara fotográfica es una caja negra con un boquete. Mientras más grande sea el boquete, más cara es la cámara. No hay más.



Sé que es una definición muy bestia pero, en líneas generales, es cierto. No hace falta una cámara carísima para hacer buenas fotografías. Lo importante es lo que vas a fotografiar y cómo lo vas a hacer.

Cuando empecé a interesarme por la fotografía tenía una cámara compacta de Pentax de 3 mpixels (que ahora no cuesta ni 150 euros) y puedo decir que con esa cámara hice algunas de mis fotos preferidas. Por ejemplo, hice una foto en un día de lluvia en la Isla de Burano, a unos kilómetros de Venecia. Es una foto que ha gustado a mucha gente e, incluso, contactaron conmigo desde la revista catalana L'Hiperbolic y la publicaron a toda página como la imagen del mes. !La imagen del mes estaba hecha con una cámara compacta de 3 mpixels, lo mínimo que cualquiera tiene por casa!Desgraciadamente, la fotografía (como casi todo) se mueve por el marketing. Si os fijáis en las "especificaciones" que acompañan a las cámaras de fotos en los expositores de los grandes almacenes, solo son: megapixels, zoom óptico y digital (como si eso último existiera), memoria y, claro, precio. Realmente esos datos solos no aportan nada. No podría decidir qué cámara comprar solo con esos datos, pero son los que nos quieren vender. Se supone que una cámara de más megapixels es mejor que una de menos. Y que una cámara con más "zoom" es, por supuesto, mejor que una con menos. Falso, falso, falso. Todo falso.

Como dijo el artista británico que ayer se comío un perrito en directo, vamos por partes:

¿Cámara digital o clásica?

No quiero entrar en una discusión en la que no se llega a ninguna conclusión pero, siendo práctis, una cámara clásica (también llamada química o analógica) es un coñazo para alguien que quiera aprender fotografía. Antes te decían que hicieras disparos y apuntaras en una libretita como hiciste cada foto. Después, llevabas el carrete a revelar y a los varios dias (y tras gastarte tu dinerito) veías que las fotos habían sido una porquería. Te ibas a tu libretita y aprendías dónde había estado el error. Ahora puedes hacer todo ese mismo proceso de aprendizaje en unos minutos. Puedes hacer una foto y ver al instante si ha salido exactamente lo que tú querías y, si no es así, pensar por qué, hacer varias pruebas, hasta dar con la solución y aprender la lección.

Por todo ello, no tiene sentido, hoy por hoy, iniciarse en la fotografía con una cámara clásica. Eso no quiere decir que estas cámaras no tengan algunas ventajas (además de muchos inconvenientes). Por ejemplo, te puedes ir un mes al desierto con un puñado de carretes, sin pensar dónde vas a almacenar las fotos y, sobre todo, donde c... recargas las baterías. Otra ventaja de la fotografía clásica es que te permite aprender el arte del revelado aunque, básicamente, es hacer lo mismo que puedes hacer con un buen programa de edición de fotos, pero de forma mucho más laboriosa. Creo que se quedará para algunos románticos.

¿Reflex o compacta?


Mucha gente tiene la creencia de que las únicas cámaras buenas con las reflex. Lo cierto es que impresionan más, son más voluminosas y te dan un aspecto más profesional. También es cierto que te permiten muchísimo juego gracias a las ópticas intercambiables. Pero no todo son ventajas: las reflex son pesadas, aparatosas e imposibles de disimular.

Hace poco leía una entrevista a un fotógrafo de la Agencia Magnum y contaba como siempre llevaba de viajes dos cámaras digitales compactas Ricoh gR DE 8 Mixels y óptica fija de 28 mm. Poco a poco veremos qué significa todo eso, pero lo importante es que un fotógrafo de la agencia más prestigiosa del mundo no se lleva una reflex cuando va a hacer un reportaje sobre un conflicto bélico o la situación de un pais. Dice que la gente le mira de otra manera con una reflex. Además, se creen que tiene dinero, lo ven más distante.

Yo uso una reflex para mis fotos en la mayoría de los casos, pero también es cierto que me estoy empezando a plantear que mis fotos están perdiendo exponteneidad. La cámara compacta la llevas en el bolsillo de la chaqueta y, si ves algo, la sacas y disparas. La reflex está dentro de la mochila a tu espalda o en la bolsa al hombro y, además, no tiene puesto el objetivo que necesitas para esa foto así que al final piensas que es demasiado trabajo sacarla y cambiarle el objetivo y que quizás no te de tiempo o que la foto tampoco merece tanto la pena... y te quedas sin un montón de fotos que podrían haber sido buenísimas. Me pasa muchísimo.

Por ello, piénsatelo bien antes de comprarte una SLR (reflex digital) y, sobre todo, si tienes una compacta y no tienes intención de comprarte una reflex, no te preocupes. Harás fotos iguales o mejores que con una reflex. Quizás con más ruido, con distorsión cromática o lo que sea, pero fotos cojonudas.

Como comentario, decir que las mejores fotos del siglo pasado se hicieron con cámaras Leica. Eran unas compactas pequeñitas que se podían llevar como una riñonera a la cintura y le daban al fotógrafo una libertad que no había tenido hasta entonces.

Aquí tenemos al maestro Cartier-Bresson y su Leica con objetivo fijo:

¿Tropecientos megapixels?

Aunque la cantidad de megapixels de una cámara de fotos sea la medida más usada para comparar una cámara con otra, realmente no es tan importante como intentan hacernos creer.

Si miramos un imagen digital muy de cerca, con una lupa gigante, vemos que está compuesta por un montón de "puntitos" (pixels) de colores distintos. Los megapixels del sensor de la cámara no es más que el número de puntitos con los que se puede guardar, como máximo, una fotografía hecha con esa cámara. Por eso, lo importante es ¿cuántos megapixels necesitas?

Si siempre has sacado tus fotos en el típico 10x15, te basta con 2 megapixels, incluso con 1,2 si estás dispuesto a peder un poco de calidad. Con 4 megapixels puedes sacar buenas impresiones en un papel de 18x24 cm. Con 8 megapixels (de lo que más se vende ahora mismo en las tiendas) puedes ampliar una fotografía con una calidad excepcional en un tamaño de 45 cms. ¿Alguna vez en tu vida has sacado una foto tan grande?? Evidentemente, no, a no ser que seas un profesional o te presentes a concursos.

Lo curioso es que una buena cámara de 3 mpixels hará mucho mejores fotos que una mala cámara de 8 mpixels si las dos se van a ampliar a 10x15 cm.

Por ello, por favor, olvidaros un poco de la resolución (a no ser que la necesitéis específicamente). El mito de los megapixels es la excusa que tienen los fabricantes y los vendedores para que creas que tu cámara del año pasado ya es vieja, porque tiene 2 megapixels menos que los últimos modelos.

Lo más probable es que con 4 megapixels tengas suficiente. 8 megapixels solo si sacas grandes ampliaciones para exponer o trabajas para una revista. En los dos últimos casos, no estarías leyendo esto.

A partir de saber que la calidad de una cámara no se mide por su resolución, dejemos de obsesionarnos y pasemos a elegir la cámara que necesitamos. Además, se pueden encontrar unas cámaras buenísimas a un precio ridículo solo porque no están a la última en megapixels. Buenas noticias para nosotros :)

Curso de Fotografía. Introducción

Buenas. A petición de unas cuentas personas voy a empezar un pequeño curso de fotografía que intentaré que sea ameno, distendido y facilmente comprensible. Además, estaría genial si lo hiciéramos interactivo y así aprendemos entre todo.

Lo primero sería preguntarse ¿quién c.... soy yo para dar un curso de fotografía? Pues ahí me has pillado. No tengo ninguna titulación sobre esto, no he hecho ningún curso y, lo que es peor, casi no tengo experiencia. Eso si, me encanta esto. Me apasiona. Y a ver si consigo apasionar a alguien más.

Existen en el mercado un montón de libros buenísimos sobre fotografía y personalmente conozco a algún profesor excelente, así que no pretendo dar ninguna clase magistral y este texto es absolutamente inútil para un profesional. Si eres un fotógrafo profesional, no sigas leyendo. Mejor échate en el sofá, vete a leer un libro o date una vuelta por el barrio: esto sería una pérdida de tiempo. Si es que te gusta perder el tiempo miserablemente, entonces adelante, quítate los zapatos, ponte cómodo y te dejo que pongas los pies encima de la mesa.

¿Sobre qué voy a hablar aquí? No creo que vaya a profundizar demasiado en la física (y la química, aunque cada vez menos) que hacen posible el milagro de la fotografía, ni hable sobre técnicas complicadísimas. Primero porque no hace falta para disfrutar de la fotografía, y segundo porque muchas de esas cosas ni siquiera las se (seamos sinceros). Pero sí hablaré sobre la cámara, el encuadre, la composición, la luz, el tiempo, la sensibilidad, el flash.. Pero no os remitáis solo a los post específicamente del curso, porque pienso contaros un montón de cosas que he ido aprendiendo sobre viajar, o sobre viajes relaccionados con la fotografía..

A los que vais a seguir estos temas sobre fotografía (ahora o en el futuro) solo os quiero pedir una cosa a cambio de este trabajo: antes de leer nada, elegid una serie de fotos que os encanten, que os parezcan preciosas o que no tengáis ni idea de cómo pueden haber sido hechas. Después de cada tema seguro que comprendéis un poco más el por qué os gustan tanto esas fotos y, a la vez, vais desgranando la técnica que hay detrás de esa foto, el cómo ha sido posible.

Me encantaría que en los comentarios dejárais enlaces a esas fotos. Espero que, entre todos, disfrutemos y aprendamos muchísimo.

miércoles, 30 de mayo de 2007

Génesis

Hoy es el dia en el que he decidido cambiar mi eternamente en construcción página de fotos por un blog. Espero que pueda convertirse en un punto de encuentro con los amigos de siempre, los nuevos y los que aparezcan gracias a este sistema.

¿De qué hablaré? Bueno, aún no tengo ni idea, no lo he pensado, pero supongo que irá, sobre todo, de las cosas que me encantan: viajes, lugares con encanto, rinconcitos sorprendentes y las gentes que las pueblan. Irá sobre fotografía, mi gran compañera de viaje. Y seguro que alguna vez no puedo resistirme a escribir sobre temas que me llaman mucho la atención, aunque soy un completo ignorante: arte, música, literatura..

Para mi va a ser una prueba de fuego para comprobar si soy capaz de expresar con palabras mi desordenado y caótico mundo.

Así que, colgaos las mochilas y.. «in piede: la via è lunga e 'l cammino è malvagio, e già il sole a mezza terza riede».